25 junio, 2008

3 cuentos entre bodas

A nuestra primera hija la educamos en la más estricta sobriedad. Le enseñamos que todos los
hombres son iguales, a amar del mismo modo a diferentes razas, culturas, e incluso clases
sociales. Nos esforzamos en desterrar cualquier prejuicio y a enseñarla a mirar por debajo de
las conductas sociales preestablecidas. Sin embargo, ahora, después de asistir a su boda
neohippie, con un negro de 2 metros de ancho (si, de ancho, no de alto), extoxicomano y
actualmente en paro, ya hemos empezado a comprarle a nuestra segunda hija polos lacost.

-------------------------------------------------------------------------------------------

Cuando me dijeron que la tía Rosaura (ay-que-rico-es-mi-niño-y-que-cursi-lo-voy-a-llevarvestido-a-la-que-se-descuide) y el frutero (si-no-compras-ya-te-estas-largando-chaval) se iban a casar, recelé enseguida, y no dudé ni por un minuto en que esta relación no podía funcionar. Sin embargo, debí de entender que las más imposibles transformaciones acontecen por doquier, y es que ya de pequeño descubrí algo asombroso. Y es que espiando a mi madre, a través de la puerta entornada de la cocina, vi claramente como juntando tosca harina (si-no-compras-ya-te-estas-largando-chaval) y empalagoso azúcar (ay-que-rico-es-mi-niño-y-que-cursi-lo-voy-a-llevar-vestido-a-la-que-se-descuide) se podían transmutar en los bizcochos más esponjosos. Y desde que se que con una pizca de levadura (o un ramo de flores) todo se transforma, no debería dudar que todo en esta vida es posible.

----------------------------------------------------------------------------------------------

Sedado. Los últimos seis meses los había pasado sedado. Y reconozco que no han estado
mal, borracheras, gastos, pintar el piso, y tener más sexo con mi novia que los hamster del
vecino cuando están en celo. Pero todo lo cubría una dulce capa de cuento disney, pero
en vez de balou con un plátano estaba Esteban con una cerveza, Blancanieves nos cobro
una pasta por el ramo y los 7 enanitos no vinieron a trabajar en el piso ni un solo día. Por lo
menos mi novia si era la bella, y yo (plátano balou aparte) me porte como una buena bestia.
De todas maneras ahora veo con claridad que todo conspiraba secretamente para que yo
flotara hasta este preciso instante. Y justo ahora se hace claro como el agua cosas que se
me deberían haber revelado hace meses, y es que los amigos, no son paletas, son
alcohólicos, además nunca se debe pintar en una casa sin ventilación y lo que le ponía a mi
novia no eran las endorfinas que yo generaba sino el anillo que llevaba en el dedo (que no,
no era vibrador). Por eso en este preciso instante, mañana gloriosa y punto de no retorno, he
tenido el primer minuto de sosiego desde hace 6 meses. Y si, he estado sedado. Y ahora
que? el “chaqué”: planchado; el clavel: en la solapa; y... sí, la ducha me ha dejado aliviado.Absolutamente nada que hacer hasta de aquí 3 horas. Tirado, totalmente cuerdo, con
cierta resaca de la ultima noche, que va durando 6 meses, y recordando desde el ridículo los
momentos estelares. y de repente, se me antoja vació. 6 meses llenos de vacuidad. Y ahora
que? que hubiese podido hacer yo en los últimos seis meses que llenara las cosas, que
trascendiera, no al más allá, pero al menos al más acá? Y no se me ocurre nada, quizás por
que sigo sedado. o quizás... quizás es por que estar sedado es mi estado natural. es el estado
natural del hombre (exceptuando a Gandi, quizás). Quizás los momentos de clarividencia
son artefactos en un reino de embotamiento, embotamiento que solo se percibe como
ridículo desde este sofá con “chaqué” planchado. Y ahora que? en tres horas dirás el Sí. Y
eso, eso te deja margen para pasar a escandalizar a mi novia y ensuciar un poco el vestido
blanco que se estará probando, y luego a llamar a Pedro y hacer una última cerveza,
mientras quitamos la cinta de carrocero de los zócalos del piso y llegar justo al altar, para sin
más tiempo para pensar decir. sí, quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario