29 enero, 2008

La costurera

Ese verano se conocieron, y ella se asomaba al balcon timida, dilatando el momento de tender la ropa, perdiendo pinzas, y acabando con las llemas de los dedos arrugadas. Y el, el caminava cada dia 2 cuadras más, bordeando el callejon, y se quitaba un sombrero que le privaba del sol, y se lo quitaba para saludarla, hablarla y algun dia, cortejarla. Luego el verano acabo y el siguio paseando, pero el balcon, solo con ropa, se veia desnudo. Y no fue hasta la segunda semana de rodeos sin pinzas, ni miradas, ni nada, que descubrio otras señales, más emocionantes por sutiles, más sectretas por ser tan publicas, más bonitas por saber la alevosia con que ella las preparaba. Y los balcones aparecieron con paños de colores y en las cuerdas combadas se descubrian sonrisas de calcetines y arcoiris de trapos de cocina jamas posibles por azar. Y un dia, unas pudicas braguitas de encaje flanqueadas por blancas sabanas. Entonces el se dio cuanta de la unidireccionalidad de las señales, en la posibilidad de que ella no supiera que el las recibia, y decidio responder desde el suelo. Y un dia ella salio al balcon temprano y el oscuro callejon era un jardin de flores. Y del suelo subian violetas violetas, y del balcon caieron pañuelos y pinzas. El balcon sigue ahi, pero ahora, al lado de las braguitas de encaje, hay unos pantalones remendados.

----------------
BSO: Dr. Sapo - Si mi sol
via FoxyTunes

No hay comentarios:

Publicar un comentario