15 marzo, 2010
tacuerdas
decías? ah... lo de la maratón... bueno, si insistes... pero no vas a conseguir que admita que no tiene sentido... sabes, los antepasados de los pingüinos jamás quisieron dejar de volar, pero ay... los que no volaban se reproducían más. Pues lo mismo... tu nunca has apretado los dientes, cerrado los ojos y aguantado un poco más por el mero gusto de ver que podías aguantar? nunca has contado excitado como casi te atropella un coche? No has soñado que eras el héroe que salvaba a la princesa? pues es eso mismo... los homo sapiens a los cuales no les gustaba perseguir un mamut durante días, los que no se atrevían a acercarse a clavarle la enésima lanza, los que no experimentaron la gloria de contar luego sus hazañas, esos no son tus antecesores simplemente por que pasaron más hambre que los que sintetizaban endorfinas por un tubo detrás de un mamut moribundo. Que? que sí, que ya no hay mamuts, lo que quieras, pero nuestro cuerpo sigue recompensando las situaciones límite, no lo he inventado yo. Límites? Pruébate, cuando creas que has llegado al limite, te quedan como mínimo cinco horas de fuel para seguir corriendo. El cuerpo humano es prodigioso... sabes cuál es mi secreto? cuando salgo a correr no guardo fuerzas para volver. Pero siempre acabo volviendo. Pruébalo... sin reservas. Todo está en la cabeza. Ya callo, ya callo... no voy a empezar con el discurso otra vez. Cuídate tu también, y buenas noches. Hasta mañana.
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