05 mayo, 2017

Sant Jordi + 12

Princesa no se percato hasta al cabo de diez días. Fue la demora y no el hecho en sí lo que realmente la preocupo y eso la hizo sentir culpable. Pero claro, después de diez días enteros, con sus respectivas noches, como sacar el tema a relucir. En aquella época dragon casi no pasaba nunca por la ciudad. Quiso culparlo a él. Si se hubiera pasado por casa a matar algunas gallinas, o vaciar la despensa seguro que nadie se habría olvidado, pero el señorito dragón estaba muy cansado para bajar a verlos. Era su culpa. Solo que no era su culpa de verdad. Dragón no bajaba por que la valla electrificada que habían instalado lo tenia frito. Literalmente. Así que se pasaba los días buscando algún zorro que estuviera en las musarañas, o alguna musaraña que estuviera hecha unos zorros. La culpa tenia que ser entonces de SantJordi. SantJordi se dio cuenta de lo que estaba pasando el doceavo día y se sintió devastado. Sin embargo supo que podia haber sido mucho peor. Podia no haberse dado cuenta nunca. Se armo de valor, cogió su libretita azul y empezo a escribir un poema. El poema en sí era lo de menos, lo importante era el encontrarlo inesperadamente el día esperado, o en todo caso, doce días más tarde. Lo importante era la complicidad. Como cuando a cien metros de princesa, en una sala llena de gente, se cruzban las miradas fugazmente cuando alguien nombraba a dragón. La culpa quizás tampoco era de SantJordi. Y si os digo la verdad quien tuvo la culpa no es importante, lo importante es seguir siendo valiente, aunque sea 12 días tarde.

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