24 abril, 2018

San Jordi

Ya no se ponía nervioso. Tampoco era question de relajarse, pero después de tantos años haciendo lo mismo, uno se acostumbra. Y aunque cada año sea diferente, uno sabe que al final siempre sale bien. El escudo siempre para el golpe. El flanco derecho del dragon tarde o temprano queda expuesto. Pero no penséis que se hace monótono. Una aventura siempre es una aventura. Pero ahora es diferente. Hay menos excitación, es verdad, pero se disfruta más la elegancia de una finta bien hecha. Quizás con el tiempo se vive más en la forma que en el fondo. Pero todo evoluciona tan despacio que para el protagonista es imperceptible. Él sigue persiguiendo al dragon como cada año. O eso cree. Por que cada año es diferente, y esa es la clave. Encontrar la diversidad dentro de una unidad. Seguir viviendo sabiendo que cada día es igual, pero diferente. Y a veces, matar dragones.


No hay comentarios:

Publicar un comentario