Sant Jordi 2025

Sin dudarlo esta había sido una buena pelea. No veas como le dolía el brazo derecho y esas ampollas del hombro iban a doler mañana cuando princesa se las curara. La roca estaba fresca y Santjordi se tumbó sobre ella lentamente mirando al cielo. Abrió la mano un par de veces para devolverle cierta movilidad mientras sentía la fría piedra. Santjordi esperaba que a Dragón también le hubiese gustado y sonrió cuando lo vio volando por el cielo, dando vueltas sobre sí mismo mientras intentaba deshacerse del cencerro que Santjordi le acababa de atar a la cola. Esa seguro que no se la esperaba, pensó. Que curioso, pensó, que cada año sea igual, y cada año sea diferente. A Santjordi siempre le venían este tipo de pensamientos abstractos y huidizos cuando estaba exhausto. Quizás por eso le gustaba luchar, porque le vaciaba la mente. Pero pensó que no había sido siempre igual, que él antes ansiaba nuevas emociones, luchar con otros dragones, más lejanos, más grandes, y había perseguido a dragones rojos, y luego a amarillos y luego turquesas, siempre buscando nuevos retos. Que pensaría ese joven Santjordi si lo viese ahora repitiendo año tras años con dragón verde. Siempre igual. A estas alturas dragón verde y Santjordi se conocían tan bien que casi siempre acababan en tablas. Cada movimiento de uno era anticipado por su oponente. Siempre igual. Pero a la vez siempre diferente, volvió a pensar. Uno podía pensar que no había espacio para la sorpresa, pero en el fondo había luchado con dragón verde bajo la lluvia y a pleno sol, al aire libre y en estrechas cuevas, aquella vez que se estaba recuperando de un esguince en el tobillo y aquella otra que dragón estaba resfriado, en lo alto del campanario y dentro del bosque umbrío, con lanza y con ballesta. Al final, perseguir nuevos dragones había resultado siempre igual, pero enfrentarse una y otra vez al mismo dragón le había hecho descubrir diferencias más sutiles y por lo tanto más bellas. Se reincorporó sobre la piedra e hizo crujir el cuello. Las peleas no eran siempre iguales, y sin duda esta había sido una buena pelea.