18 mayo, 2011

Soy un oso

Por fin he conseguido ser un oso. Hace años que cultivo una sucia barba y despeinados pelos, pero eso no engaña a nadie. Mis paseos por la montaña nunca han acabado de satisfacerme como experiencia osonal. Y aunque comer salmon crudo tiene su gracia, si es en un restaurante japones, sospecho que no debe saber igual que en los rios de Alaska. Sin embargo, hoy por fin me he sentido como un oso luchando por abrir un bote de mermelada, y es que ayer, me queme las yemas de mis dos queridos pulgares oponibles. Soy un oso.

2 comentarios:

  1. esconderé mis emparedados...

    habrás ganado la habilidad de trepar y a la copa de un árbol en 3 segundos y medio?

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  2. un oso si, un oso patoso... jijiji

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